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Menos plástico y más agua de calidad

  • Foto del escritor: fionamr
    fionamr
  • 4 may 2023
  • 2 Min. de lectura

En casa bebemos agua sin apenas pensar en el gesto que estamos llevando a cabo. Normalmente lo hacemos sin tener que pensar de dónde proviene el agua que llevamos en la boca. Hay quien la consume directamente del grifo, quien opta por un sistema de tratamiento doméstico, para mejorar la calidad, y hay quién elige consumirla embotellada. La media del consumo anual de agua embotellada es de 180 litros por persona. Esto significa que si utilizan botellas pequeñas de medio litro, genera 360 botellas cada año de media, una diaria de un solo uso.


En Cataluña, entre los años 2015 y 2019, el gasto en agua embotellada de las familias subió un 10% según indica el informe "El valor del agua en España en datos" elaborado por AIS Group, el Observatorio de la Sostenivilidad y Esri España. Según estos mismos datos, en 2019 las familias de Cataluña destinaron, de media, 84€ anuales en agua de botella. En principio, un mayor gasto en agua mineral significa una peor calidad de el agua del grifo y menos consumo de agua corriente para beber.


El consumo de agua embotellada, por supuesto, tiene un impacto ambiental mucho más alto por la captación, envasado y transporte de la mercancía y, posteriormente, la gestión de los residuos y la generación de microplásticos.


Una investigación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB), publicada en la revista Water, ha indicado que, efectivamente, la calidad del agua es una de las variables más influyentes a la hora de elegir cómo se consume este líquido en el ámbito doméstico. Los autores entrevistaron telefónicamente a miembros de 581 hogares catalanes, en abril de 2015. El estudio mostró que un tercio de los hogares (el 31,2 %) disponía de, como mínimo, de un sistema de tratamiento del agua. Los más comunes fueron los descalcificadores de agua y los de ósmosis inversa, seguidos de las jarras o las botellas con filtro de agua.


Así pues, consumir el agua directamente del grifo preocupa por el hecho de no saber su calidad en el momento de consumo. Parecería que la opción del agua en botella sería la más indicada. Pero en este caso entran otras variables a tener en cuenta: el gasto al adquirir las botellas y también la producción de residuos altamente contaminantes, ya que los fabricantes todavía no han logrado un producto totalmente inocuo para el medio ambiente.


Es aconsejable, pues, plantearse la instalación de un descalcificador ya que ofrece muchos beneficios para la salud y el hogar. Reduce el contenido de cal del agua para mejorar la calidad del agua, proteger las tuberías y mejorar la salud en general. También mejora el sabor del agua, y ayuda a mantener la piel y el cabello hidratados y saludables.



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